2/6/10

Un nuevo forastero en Latinoamérica

Veinte años de relaciones diplomáticas le bastaron a la Concertación, al mando de país, para crear lazos y sellar compromisos bilaterales con los países de la región. Hoy la situación es distinta. Es que mientras el equipo asesor de Sebastian Piñera ha formulado un programa de política internacional, además de diversas estrategias en materia vecinal, Latinoamérica deberá reencontrarse con la nueva derecha chilena que se aleja de cierto modSEBASTIAN PIÑERAo de las ideologías de la región.

 

Si bien la entrada de un presidente de derecha a Latinoamérica genera ciertos riesgos, debido al mapa político que esta conformado actualmente, una política de relaciones diplomáticas cordiales por parte del nuevo gobierno sería una buena carta de presentación en la región. Y más aún con los países que colindan con Chile como Perú, con el cual no se ha podido establecer una relación de confianza, ya sea por la demanda marítima o pormenores que han dificultado el proceso, pese a que la afinidad entre Alan García Y Sebastian Piñera existe.

 

En el caso de Argentina la situación amerita de más estrategias y formulas por parte del nuevo gobierno. Es que las políticas internacionales que se vayan gestando a través del transcurso del nuevo mandato van a ser claves en la formulación de planes de acciones comunes entre los dos países. Tal es el caso de la venta de gas de Argentina a Chile que pasa por un tema de recursos energéticos.

 

Bolivia es el otro gran flagelo que el nuevo forastero de Latinoamérica, Sebastian Piñera deberá cubrir, debido a que la petición de una salida al mar por parte del país altiplánico es un tema que desde los años de la concertación ha estado en el tapete de las políticas internacionales de nuestro país. Y es que las decisiones que tome el nuevo gobernante con respecto a este tema serán decisivas y estarán vigiladas especialmente por la nueva oposición, que en su periodo no le dio muchas soluciones al gobierno de Evo Morales respecto a lo que planteaba.

 

Sin embargo las relaciones de Sebastian Piñera con sus vecinos no lo es todo, ya que para insertarse en esta Latinoamérica polarizada, vista desde cierto punto de vista, deberá crear y ayudar con planes de acción a aquellos que necesitan ayuda. Por ejemplo una asistencia a los países que no han alcanzado un PIB moderado, en cuanto a mostrarles como se trabaja con el modelo económico que actualmente tiene Chile sería una buena jugada que reforzaría los lazos y las relaciones bilaterales con algunos países que verían en nuestro país un gobierno austero que ayuda a otros estados.

 

Si bien el gobierno de Venezuela no es muy bien visto por los partidos oficialistas y el propio Sebastian Piñera, ya sea por el actuar de Hugo Chávez en cuanto a la implementación de las políticas públicas de este mandatario en su país, una relación de cordialidad sería lo más favorable, como lo hizo en su periodo la ex presidenta Michelle Bachelet.

 

No obstante, si Piñera sigue el curso en relación a las políticas internacionales que planteo cuando asumió como presidente, no cabe duda que habrá una continuidad en cuanto a lo que plantean los países vecinos y por ende las relaciones diplomáticas llevaran a Chile por el buen camino.

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