Camino por la ciudad. Mi voz apaciguada, calma y sin ganas de expresar nada, se esconde dentro de un tumulto de gente descarrilada, que transita por los rincones más recónditos de la ciudad. Mi cuerpo ya no da para más, tanta testarudez, inmadurez, inconsecuencia y falta de ímpetu, solo me hace dar cuenta que pertenezco a un mundo, que muchos catalogan como “the paradise”. La verdad, de paraíso no tiene nada. Todo lo que quedaba fue consumido por la inflexibilidad del hombre. Nuestro mundo no es más que una esfera girando dentro de un universo, lleno de estrellas, planetas y quien sabe que cosas más, donde seres humanos altaneros y dementes conviven en una jungla donde el rey o más bien el “the boss” es el que toma las riendas y lleva al mundo a la perdición.
A medida que se acerca el día del juicio final, Apocalipsis, fin del mundo o como quiérese llamar a ese periodo compuesto “por muchas hostilidades”, como dicen algunos religiosos, las informaciones van y vienen como una hoja que baile al son del viento en otoño. Que viene un meteoro, que comenzara un periodo de glaciación como en la prehistoria, son algunas de las cosas que hemos escuchado repetitivamente en los distintos medios de comunicación, informaciones que plantean dudas en algunos y miedo en otros.
La profecía maya ha sido una de las teorías que ha tomado más revuelo este último tiempo. Muchos son los que hablan de ella, sin saber realmente que aborda. Lo cierto es que un “fin del mundo” no está dentro de sus parámetros, pero una variedad de cambios de distinta índole forma parte de ésta.
Según el calendario maya, el día 21 de diciembre del 2012, la humanidad estará ad portas de una nueva conciencia cósmica y una transición hacía una nueva civilización. La toma de conciencia, por todo lo que la humanidad ha provocado en la tierra, es una de las posibles acciones que se espera para esos días.
Otro de los históricos personajes, que nos adelanta un futuro no muy austero es Nostradamus. Aquel sujeto de una larga barba con una de las mentes más pensantes del pasado.
Actualmente todos hablan de él, hasta documentales se han realizado entorno a lo que profesa, lo cierto es que muy pocos saben lo que él dice que nos depara. ¿Será un loco maniático del siglo pasado, aventurándonos sucesos, escritos en sus días de melancolía? O ¿serán sencillamente pensamientos surgidos de sus críticas contra la sociedad en la que vivía y preveía? En realidad nadie lo puede comprobar, pero si enjuiciar y criticar.
Según este medico y escultor astrológico, el 2012 será el comienzo del cataclismo en el mundo en lugar del final. Este año será donde el reloj cósmico lamentablemente se detendrá en cero días y cero esperanzas como se da a conocer en su documental, basado en su libro que por mucho tiempo estuvo perdido.
Este libro revela datos que pueden contener claves codificadas de lo que puede suceder el 21 de diciembre del año 2012. Las cuartetas de nostradamus, son un claro ejemplo, yaqué revelaban ciertos dibujos que prevén ciertas advertencias fatales para nuestro mundo.
Lo que causa gran curiosidad con este sinfín de predicciones, es que para el año mil la situación era muy parecida a lo que nos acontece en la actualidad. A medida que el mundo se acercaba al milenio las creencias del mundo cristiano se apoderaron de la mente de la población. Todo giraba entorno a la que está estructura religiosa pregonaba a los cuatro vientos. La humanidad estaba inmersa en un mundo plasmado de horrores y miedo en cuanto se acercaba el fin del mundo.
Individuos suplicando perdón de los pecados, otros poniendo a disposición sus reliquias y fuentes monetarias, era lo que revelan algunos libros acerca de lo que sucedió la noche del 31 diciembre del año 999. Pena, nostalgia y lastima es lo que pasa en estos momentos por mi mente. Engaños, profecías falsas era lo que inundaba a la edad media. Un triste desenlace para aquella población que creyó en las creencias de una religión que les dio vuelta la cara. ¿Que esperar entonces para nosotros?, ¿estaremos frente a las creencias y profecías de sujetos o religiones que se mofan y juega con la credibilidad de las personas?
La pregunta es ¿realmente esteremos preparado para ese nuevo futuro? Lo cierto es que estamos sumidos en un mundo extremadamente materialista y competitivo, donde los objetivos se quieren cumplir a cualquier precio, sin ver las consecuencias que pueden traer. La maldad y la frialdad son nuestras características fundamentales a la hora de catalogarnos como un ente.
Mientras para algunos el fin del mundo se relaciona con la extinción de la humanidad, el comienzo de un nueva era, con seres más consientes y con menos ansias de prepotencia, lo es para otros. La cierto es que todo lo que se dice apunta a que un gran cambio se nos acerca, ¿de que tipo? Nadie lo sabe. Incluso se puede dar la casualidad de que nada ocurra. Estás profecías son hechos tan volátiles, que no tienen fundamentos realmente verosímiles para asegurarnos un cambio en nuestra tierra.
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