12/8/09

¿Volvimos a la época de los Golpes?

 

honduras1ok Hace más de  dos decenios America Latina fue sucumbida en uno de los periodos más álgidos en materia política, los Golpes de Estado. La corporación militar se tomo el poder, y a punta y codo trato de inmiscuirse e intervenir en todo lo referente a la vida política de una nación. Consecuencias hubo a más no poder; intervencionismo, corrupción y violación a los derechos humanos, son solo algunas.

 

Este periodo estuvo marcado por la creación de una estrategia vinculada a un desarrollo con características de exclusión, tanto político como social y al mismo tiempo se apoyo un tenicismo económico. De está manera a medida que aumentaba la presión, las elites de las naciones imponían regimenes aún más duros. Llegando a abolir los partidos políticos como sucedió en nuestro país.

 

En la actualidad, la incidencia de un nuevo periodo de inestabilidad política en manos de militares, se veía poco probable. Pero fue exactamente hace un mes, que la esfera política de Sudamérica se vio golpeada por la noticia de un Golpe de Estado en Honduras. Faltaban portadas de diarios para anunciar la destitución de Manuel Zelaya y el ascenso de Roberto Micheletti como nuevo jefe de estado del país.

 

Al parecer los aires en el país centroamericano venían calientes desde antes, y es que un enfrentamiento entre los poderes constitucionales de la república, a partir de una supuesta consulta que objetaba un cambio de constitución, para poder reelegir a un presidente, fue el punto que culmino en el estallido de la problemática que enfrenta actualmente el pueblo hondureño.

 

El parlamento de Honduras, habría hecho saber a Zelaya que deliberadamente estaba violando la constitución del país, al realizar de una manera irregular el proceso de consulta para una posible reforma en las elecciones que se aproximan. ¿Pero por que tanto dramatismo ante una consulta, que no era oficial y que estaba encargada a una institución aislada a la administración electoral? Lo cierto que las ansias de no perder el poder se carcomieron al parlamento hondureño y las consecuencias las estamos viendo reflejadas ante un presidente de facto que se jacta de no violar la constitución al expulsar a un jefe de estado del país.

 

De conciliación y dialogo nacional, Micheletti calificó su corto periodo como presidente. Lo cierto es que del tiempo que lleva el conflicto poco se puede hablar de acuerdo y también de diálogos. Ya va un mes y la situación sigue igual. Miles de personas apostadas en las calles reclamando y exigiendo la restitución del presidente Zelaya es lo que se aprecia cada día, mientras un ejército de militares los hace callar. ¿Así cuando honduras recuperara la democracia que todavía cree que tiene el presidente de facto?

 

A partir de las irregularidades cometidas por Micheletti al extraditar a Zelaya a Costa Rica es que varias organizaciones como los países de la Alianza Bolivariana para las Américas, del sistema de integración Centroamericana deciden aislar a Honduras por la actitud tomada. Situación que en lo comercial se ha visto violada al decidir algunas empresas privadas a no acatar el conducto regular.

 

Lo que causa grandes interrogantes es que ni la ONU y OEA han podido reintegrar a Zelaya en su cargo. Es cosa de remontarse días a tras para ver que las 72 horas de ultimátum de que dio la Organización de Estados Americanos no tuvieron efecto y por ende Micheletti no le dio importancia, lo mismo aconteció con la Organización de Naciones Unidas. ¿Entonces hasta que punto la política internacional puede arreglar una problemática de confrontamiento diplomático? Si hasta el propio Insulza, quien viajo a Tegucigalpa para mediar el conflicto, dijo que quienes rompieron el orden constitucional en Honduras no tienen intención de revertir la situación.

 

La verdad, es que una luz se pudo ver al nombrar a Oscar Arias, Presidente de Costa Rica como Mediador para superar la crisis política de Honduras. Si bien no se pudo juntar a Micheletti con Zelaya en el encuentro con Arias, conversaciones para arreglar la situación hubo pero no del todo buenas como se esperaba.

 

Lo cierto es que el actuar de Zelaya para mediar el conflicto no ha sido del todo bueno, ya que repetidas veces ha querido regresar a su país, a sabiendas de que un arresto lo espera, situación que ha sido calificada como apresurada por Estados Unidos. Pero hasta el momento el congreso de Honduras comienza a debatir una propuesta enviado por el mandatario costarricense, mientras Zelaya pide más presión de EE.UU sobre Micheletti.

 

Hasta el momento se espera que el llamado de la restitución de Zelaya acorde a la constitución se resuelva por la vía pacifica. Ya son varios los organismos que siguen día a día el proceso que se vive en Honduras, pero es de sabido que este cuento tiene para rato.

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